La euforia resultante de la culminación del acabado de la chistera para María que os comentaba en la entrada anterior, y que supuso todo un reto, se ha tornado decepción al enterarme que María al final no lució el sombrero que para ella había creado el pasado sábado en la boda de su hermano.
No se si el estrés y el mar de indecisiones en el que estuvo nadando los días previos acabó ahogándola. La verdad es que esto me crea una gran desilusión, pero bueno, supongo que estas cosas también pasan. Y aunque no pueda evitar el pensar que ha ocurrido, seguro que a lo largo de la semana iré extrayendo conclusiones de las que seguro habrá algo que aprender. Me quedo con las palabras de agradecimiento de María, donde nos daba tanto a Mar Aguilar como a mi, mil gracias y nos decía que había sido una maravilla de trabajo en un tiempo récord. Siento María que al final no lográsemos acertar.
Aún en relación con la chistera y en vista de algunos de vuestros comentarios a través de Facebook, os revelo el misterioso diseño y os animo a que me dejéis vuestros comentarios, que seguro me serán de gran ayuda.
Y ahora, desilusiones a parte, me pongo ya a trabajar en el próximo diseño, Cris ahora te toca a ti.
Besos a tod@s y en marcha!
Maria!!!preciosa la chistera!!
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